Y tus labios se sellaron,
tus dedos se entumecieron,
tus palabras se han quedado mudas...
Hoy tus te quiero se acabaron,
ya no me dices más un buenos días,
ni nos deseamos lo mejor de cada sueño.
Mis lágrimas se consumen en tu ausencia,
entre los silencios de estos espacios vacíos.
Y la ironía regresa a mi, cuando decías que nunca me lastimarías.
que equivocados estábamos amor,
yo tan ciega en tu sonrisa,
y tu tan frío en tus pensamientos.
-Engel Dunkel
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