"A esa edad mi único deseo era volverme rico, tener muchos carros y un taller de relojería."
Título original: Corazón de mierda
Autor: Gonzalo Lizardo
Editorial: Ediciones Era
Editorial: Ediciones Era
Fecha de edición: Agosto 2007
No. Páginas: 128
No. Páginas: 128
ISBN 978-607-4451-207
Género: Ficción
Rating Goodreads: 3.69
Puntuación Personal: ⭐⭐⭐⭐
El Candingas puede derrotar todas las cerraduras y, del mismo modo, la noche que invita a beber con él a su lector para contarle su vida, logra abrir las barreras de la incredulidad. Al mismo tiempo, los episodios de su relato están dispuestos con la minucia necesaria para dibujar a sus personajes con velocidad y precisión, hacernos reír sin cesar y, al final, dejarnos desolados.
Desde una vejez apacible y desde su voz se teje una historia de orfandad, crimen, desamor y expiación. Las estaciones comunes al Lazarillo de Tormes, al Periquillo Sarniento y al Candingas, ese diablo sonriente que le presta su nombre al protagonista de esta picaresca. Pero, aunque las estaciones sean las mismas, el paso por una voz las cambia. Al decir, al ir diciendo, su yo, la voz, barriobajera a veces y a veces lírica, siempre sabrosa, se vuelve la verdadera protagonista de esta novela deliciosa.
Como todo libro que vale la pena, esta novela dice una verdad profunda acerca de una época. En el paso de la década de los cincuenta hasta la inminencia del 68, el espacio reconcentrado de esta narrativa de crimen y cárcel está lleno de videntes y violencias que anticipan lo que estaba por suceder en el afuera todavía optimista.
En Corazón de mierda late una de las más profundas tradiciones de la literatura en español, quizá el más antiguo de sus ríos novelísticos. Sus aguas recorren un surco centenario, pero felizmente siguen fecundando las páginas. Hay que saludar aquí la aparición agradecible del más joven de nuestra estirpe de pícaros.
El autor nos presenta una narración con una voz protagonista de barrios bajos dentro de la Ciudad de México, nos trasladamos a los años cincuenta en una ciudad donde existe tanto riqueza como pobreza y en su caso veremos la situación del Candigas, un niño en situación de pobreza con su hermana estricta ante su educación, un padre ausente y una madre sin una relación amorosa estable ni el carácter para proteger a sus hijos de aquellos situaciones en las calles.
Nuestro protagonista se encuentra en una niñez y juventud de ausencia paterna y en cierta manera la desatención de la madre y la poca tolerancia a las recomendaciones de su hermana. A través de ver a un nuevo profesor que ha llegado a su escuela, Ricardo Olmedo, lo tomará como una figura a seguir por aquello que les hace ver que tiene con facilidad.
Junto a sus amigos Pancho y el Tejocote vivirá esta situación de visualizar a este profesor. Después de un mal acto del Candingas a la actual pareja de su madre, Ricardo lo ayudará y empezará una nueva vida al lado de sus amigos. Experimentará el lado del vicio en las drogas, el alcohol y la delincuencia. En busca de una figura paterna no juzgará los actos del profesor. Ante ello conocerá el dolor, el amor, la soledad, la amistad y la traición; las apariencias suelen engañar cuando se trata de idolatrar a una persona.
Una novela de ficción con situaciones de la vida real, donde la posibilidad de caer en la delincuencia es tan fácil. Nos llevará a conocer el mundo nocturno de esta sociedad apantallada por mentiras pequeñas con una ilusión falsa hasta llegar a Lecumberri donde sino tienes ciertos privilegios tu vida se cuenta con cada día de catástrofes.
Una lectura que te da la apariencia de estar en una charla casual con el Candingas, con enseñanzas diversas y una gran narración para pasar un rato agradable, a pesar de algunas escenas presentadas.
Una novela que me dejo una huella por su narrativa, así como la visión de una realidad que no todos vivimos. Una narración ligera que te lleva a convivir como si fueran recuerdos reales con el protagonista.
El autor nos presenta una narración con una voz protagonista de barrios bajos dentro de la Ciudad de México, nos trasladamos a los años cincuenta en una ciudad donde existe tanto riqueza como pobreza y en su caso veremos la situación del Candigas, un niño en situación de pobreza con su hermana estricta ante su educación, un padre ausente y una madre sin una relación amorosa estable ni el carácter para proteger a sus hijos de aquellos situaciones en las calles.
Nuestro protagonista se encuentra en una niñez y juventud de ausencia paterna y en cierta manera la desatención de la madre y la poca tolerancia a las recomendaciones de su hermana. A través de ver a un nuevo profesor que ha llegado a su escuela, Ricardo Olmedo, lo tomará como una figura a seguir por aquello que les hace ver que tiene con facilidad.
Junto a sus amigos Pancho y el Tejocote vivirá esta situación de visualizar a este profesor. Después de un mal acto del Candingas a la actual pareja de su madre, Ricardo lo ayudará y empezará una nueva vida al lado de sus amigos. Experimentará el lado del vicio en las drogas, el alcohol y la delincuencia. En busca de una figura paterna no juzgará los actos del profesor. Ante ello conocerá el dolor, el amor, la soledad, la amistad y la traición; las apariencias suelen engañar cuando se trata de idolatrar a una persona.
Una novela de ficción con situaciones de la vida real, donde la posibilidad de caer en la delincuencia es tan fácil. Nos llevará a conocer el mundo nocturno de esta sociedad apantallada por mentiras pequeñas con una ilusión falsa hasta llegar a Lecumberri donde sino tienes ciertos privilegios tu vida se cuenta con cada día de catástrofes.
Una lectura que te da la apariencia de estar en una charla casual con el Candingas, con enseñanzas diversas y una gran narración para pasar un rato agradable, a pesar de algunas escenas presentadas.
Una novela que me dejo una huella por su narrativa, así como la visión de una realidad que no todos vivimos. Una narración ligera que te lleva a convivir como si fueran recuerdos reales con el protagonista.
Que tengan excelentes lecturas.
¡Hasta luego!